viernes, 22 de agosto de 2008

La tragedia de Barajas


Por desgracia, una vez más ayer se me volvió a atragantar la comida. Salía de trabajar, a las 15:00 horas, cuando en la radio pude escuchar que un avión acababa de salirse de una de las pistas de despegue del Aeropuerto de Madrid-Barajas. La verdad es que no le di demasiada importancia, supuse que sería un pequeño accidente donde no se produciría más que un gran susto. Pero para desgracia de todos, no fue así.

Cuando llegué a casa, todos los medios informativos se estaban haciendo eco de que un MD-82 de la compañía Spanair, concretamente el vuelo JK 5022 que cubre la ruta Madrid - Las Palmas, se acababa de estrellar en Barajas.

Increíble.
No hay palabras que describan lo mal que se te queda el cuerpo.
Sólo tristeza y ganas de llorar.

Según las investigaciones, el avión sufrió un importante retraso debido a que el piloto, momento antes de poner la aeronave en el aire, detecto un piloto rojo encendido que marcaba, supuestamente, un calentamiento excesivo en uno de los motores. El piloto pidió entonces que denegaran el despegue ya que el avión no podía continuar en esas condiciones, opción que le fue denegada. Tras algo más de una hora de retraso, el avión con dirección a Las Palmas enfilaba la pista de despegue.

Según algunos testigos, el avión llegó a elevarse unos 50 pies, pero empezó a ladearse hacia la derecha, perdiendo el control y cayendo bruscamente contra la zona de fuera pista del aeródromo madrileño. Fue entonces, al contacto con el suelo, cuando todo apunta a que una chispa del fuselaje provocó el incendio que desencadenó la tragedia.

Desde ahí ya sólo se puede contar el número de víctimas mortales, unas 155 según los datos oficiales, entre pasajeros y tripulación. 19 personas siguen todavía en los hospitales recuperándose de las heridas.

Es un día triste. Esta tragedia ha teñido de luto y sangre a todos los españoles. Desde aquí, aunque de poco valga, mi más sentido pésame a las familias de afectados y víctimas, porque están atravesando un momento duro.

De todas maneras, no me gustaría dejar pasar el artículo sin comentar lo que algunos medios intentan hacer desde ayer: encontrar soluciones. Lo que ha ocurrido sólo los técnicos y la justicia podrá aclararlo. Creo que en estos momentos el sensacionalismo no tiene cabida.

Igualmente, no creo que de repente tenga que producirse un pánico colectivo a volar, ni con Spanair ni con cualquier otra.

No es momento de echar culpas, es momento de recapacitar para que cosas como esta no vuelvan a suceder... Jamás.


viernes, 8 de agosto de 2008

Los JJ.OO. de los Derechos Humanos

El inicio de unos JJ.OO siempre es una cita histórica. El mundo se paraliza y se postra frente al televisor para ver a sus atletas obtener medallas. Pero ante todo, los JJ.OO. son síntoma de ilusión, de compañerismo y de respeto. En definitiva, de deporte.
No sé hasta que punto se puede hablar de todos estos puntos en China (también conocida, aunque suene irónico, como República Popular). Lo de República puede pasar, pero lo de popular ya es demasiado excederse...
El Comité Olímpico Internacional (COI) permitió hace ahora siete años que China albergase unos JJ.OO. que, al menos hasta este momento, están siendo brillantes. No hubo más que ver, en la tarde de ayer, la espectacularidad de una ceremonia inaugural que se ha ganado a pulso el ser la mejor de todos los tiempos. Y hasta hoy, con un día entero de competición, el orden y el respeto son el plato principal de las Olimpiadas. Ya de paso, aprovecho para felicitar al gran Samuel Sánchez, por haber ganado cuando no entrabas en ninguna quiniela, por haber sufrido sobre tu "cabra" y por habernos emocionado tanto con tu primera medalla de oro, que la ha hecho de todos los españoles.
Al margen de las alegrías, me gustaría desde aquí denunciar que un país donde no se respetan los Derechos Humanos, donde un hombre sigue ostentando todos los poderes y donde nada más llegar te "invitan" a no hablar de política, organice unos JJ.OO. El COI tiene que ser más acorde a todo aquello que después se cansa de pregonar, en boca de su presidente, el Sr. Rogge. Tanta amistad, compañeirsmo, respeto y demás virtudes que deben envolver al deportista no envuelven a su organización, porque si no lo de China, no tiene sentido.
Ni libertad de expresión, ni libertad en el Tibet, ni libertad en ningún sitio. Sólo la represión de la que hicieron gala, durante tantos años, los países comunistas. ¿Y este es el mejor país para organizar unos JJ.OO.? Señores, no era el momento y lo saben. De hecho, era el momento ideal para presionar internacionalmente a China con dejarla sin Juegos si no cambiaba un régimen represivo retrógado, nunca propio del siglo XXI.
No obstante, como dije al principio, China está siendo ejemplo de organización. Ojalá las virtudes que se vienen pregonando desde que se iniciaron los Juegos calen hondo en Hu Jintao y proponga una apertura al exterior, acorde a los tiempos que atravesamos.