
Lo mismo, pero en otro sitio. Así de claro y contundente, como diría mi amigo Hristo Stoitchkov. Andreu Buenafuente volvió en la madrugada de ayer a las emisiones televisivas con su programa. Pocas cosas han cambiado. Pero el mejor late night de los 50 años de televisión que tenemos a la espalda sigue con ese toque de humor y de ironía que lo distingue de otros espacios televisivos.
He de decir que ayer, un poco antes de las 12 de la noche, ya tenía sintonizada la Sexta para ver qué ocurría con la vuelta a la tele del que algunos consideran el mejor humorista catalán de la historia de nuestro país. Y todo ello a pesar de mis problemas para sintonizar la televisión, ya que mi antena es algo vieja y para ver algo sin "grano" tengo que centrar demasiado la vista.
Los nervios se notaban en Buenafuente. A pesar de que todo sigue igual. Comenzó con un simpático monólogo, el decorado viene a representar lo mismo y hasta la banda sigue igual que hace un par de meses. El realizador, David Guillén, sigue siendo el mismo que en su etapa en Antena 3, y los planos y la composición de ellos era exactamente la misma, supongo que buscando el éxito que ya se consiguió anteriormente.
Lo peor fue que el presentador se cansó de recordar su paso por las otas cadenas. Si me permitiera darle un consejo, le diría que disfrute de lo que tiene y que recuerde lo que dejó atrás, porque así no se cometerán los mismos errores.
Vamos a desearle suerte en esta seminueva etapa a Buenafuente, que aunque sólo presente como novedad tres letras en su logo (en lugar de las dos que tenía antes) sigue manteniendo un listón muy alto en los programas de humor televisivos.
He de decir que ayer, un poco antes de las 12 de la noche, ya tenía sintonizada la Sexta para ver qué ocurría con la vuelta a la tele del que algunos consideran el mejor humorista catalán de la historia de nuestro país. Y todo ello a pesar de mis problemas para sintonizar la televisión, ya que mi antena es algo vieja y para ver algo sin "grano" tengo que centrar demasiado la vista.
Los nervios se notaban en Buenafuente. A pesar de que todo sigue igual. Comenzó con un simpático monólogo, el decorado viene a representar lo mismo y hasta la banda sigue igual que hace un par de meses. El realizador, David Guillén, sigue siendo el mismo que en su etapa en Antena 3, y los planos y la composición de ellos era exactamente la misma, supongo que buscando el éxito que ya se consiguió anteriormente.
Lo peor fue que el presentador se cansó de recordar su paso por las otas cadenas. Si me permitiera darle un consejo, le diría que disfrute de lo que tiene y que recuerde lo que dejó atrás, porque así no se cometerán los mismos errores.
Vamos a desearle suerte en esta seminueva etapa a Buenafuente, que aunque sólo presente como novedad tres letras en su logo (en lugar de las dos que tenía antes) sigue manteniendo un listón muy alto en los programas de humor televisivos.
Santiago Peón
1 comentario:
y yo sin sexta! casi tengo ganas de ir a Pontevedra para poder ver a BFN, que en mi casa no se sintoniza!
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